sábado, 4 de enero de 2014

Erik y cómo dejar de creer en los sentimientos

Me casé al cumplir los 21 años con el hombre de mi vida: Erik Gaunt. Fue una boda preciosa y maravillosa, el evento del año, todo el mundo estaba allí, nadie quiso perderse a los hermanos Holmes, James Moriarty, Sebastian Moran y John Watson en la misma sala celebrando la boda de la bastarda favorita de Inglaterra con un hombre doce años mayor que ella.
No me sorprendió la frialdad de los curiosos, que nos trataban a todos como a meros monos de feria a los que observar y con los que divertirse. A pesar de querer una boda discreta con solo la familia cercana y los amigos mas allegados, no se reparó en gastos, y la fama y fortuna (a veces solo conocida en pequeños pero ambiciosos círculos de la sociedad) que precedía a algunos de los invitadas convirtió aquel día en un evento (campo de batalla) al que nadie (algunas de las mentes más brillantes del mundo) que so faltar para disfrutar de un poco de sana y pacífica diversión (evaluar a sus respectivos archienemigos en busca de debilidades que usar en esa interminable batalla que envolvía a ambas partes de mi familia desde mucho antes de que no pudiera darme cuenta). Además, no faltaron curiosos que querían ver al famoso Sherlock Holmes, resucitado de entre los muertos, su sobrina recién descubierta, la bailarina también resucitada Elisabeth Parker, y demás personajes ilustres cuyos nombres sonaban a todos pero nadie era capaz de poner cara.
A pesar de todas las cosas que podrían haber salido mal, fue un día perfecto. Tal como lo recuerdo, uno de los días más felices de mi vida, incluso conseguí arrancarle un baile a Jim y a Sherlock.
El tiempo pasaba y yo, tan enamorada como el primer día, vivía tranquila mi romance de cuento de hadas junto con mi príncipe azul. pero como siempre en mi vida, llega un día en que todo se va a la mierda. Apenas un par de meses después de la luna de miel, jim mandó a  Erik a un trabajo en centro Europa.
A día de hoy no sé ni en qué consistía ni por qué tuvo que ser Erik quien lo hiciera, solo se que pocas semanas después de su marcha recibí su chaqueta de cuero, un paquete de tabaco roto y su alianza por mensajero. Jim nunca ha sido capaz de decirme qué le pasó, pero sé que no está muerto, si lo estuviera yo lo sabría, lo habría notado. La otra opción es que me abandonara, que huyera del matrimonio.
Aun que todo, esa experiencia me hizo cambiar. algo en mi cabeza hizo que cambiase el "chip". ¿Qué son los sentimientos? ¿Para qué valen? Te hacen débil y pequeño. Los sentimientos solo te obligan a rehacer tu vida una y otra vez sin motivo aparente. Si no tienes sentimientos no puedes sufrir, siempre tendrás la cabeza clara. Mata y no dejes que te maten. Nunca sufras por nada ni nadie. Mantén a tus amigos cerca pero aun más cerca a tu enemigos. No es como si nunca le echara de menos, o que no me pregunte que estará haciendo o por qué me dejó, es que ahora cada vez que pienso en el tema pienso en las mil maneras en que haría sufrir, tanto a él, como a todos los que estén relacionados con el tema. A veces preferiría que estuviese muerto, o estar muerta yo, el caso es dejar de sufrir de alguna forma. La mayoría de la gente me decía que debería rehacer mi vida con otra persona, supongo que de algún modo lo he hecho, aunque con más de una persona. La única que se repite varias veces es Ann, aunque también forma parte del negocio así que se podría decir que es una relación de trabajo. A veces me pregunto si la quiero de verdad, pero la hecho de la habitación y ese pequeño atisbo de sentimientos desaparece totalmente, falsa alarma supongo.
En el fondo debo agradecerle, o el mundo del crimen organizado deberia agradecerle, a Erik que se marchara, sin eso no me habría convertido en quien soy ahora: la heredera del imperio Moriarty. La chica más joven en ser jefa de la mafia, hay quien dice que puedo llegar a ser más cruel que mi padre, y siempre respondo que cual de los dos. En realidad no creo que nadie sea capaz de superar a James Moriarty.
En fin, muchas gracias vida, muchas gracias Erik, muchas gracias al cañón de mi pistola y al filo de mis cuchillos al rasgar la piel de alguna victima. ¿Sentimientos? Nunca más.



sábado, 21 de diciembre de 2013

Tarjeta de visita

Soy Elisabeth Parker, Elisabeth Parker Holmes en realidad, y esta soy yo.

Tengo 27 años y una vida complicada y turbulenta que entremezcla la alta sociedad británica y el terror de mafia y el crimen organizado. Mi lema: Caza antes de ser cazado.
Es complicado adaptarse a una vida así, era mucho más sencillo cuando todo el mundo creía que estaba muerta. Que razón tenía Jim: "es mucho más fácil trabajar en este mundillo cuando todos piensan que ya no existes". 
Supongo que más de uno se debe preguntar cómo llegué a esto cuando aparentemente tenía la vida resuelta: un negocio rentable, un novio maravilloso, una familia que me adoraba... En fin, la vida da muchas vueltas y un dái se te cruzan los cables, o más bien el mundo decide tocarte las narices.
Han pasado muchas cosas en los últimos ocho años y, cuando estás entrenada para ello, tu única respuesta es: matar